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Pensamientos de un runner
desde Walden.

El abandono a la Providencia

28/2/2018

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Dos cosas transformaron mi vida.
Arrancaron los kilos que cargaba sin tregua dentro de una mochila sobre mi espalda y desde entonces voy ligera. Se desvanecieron mis miedos
Estas dos cosas siempre estuvieron ahí, pero no las consideraba, creí que existían para otros, no para mí.
Una: el running. 
Siempre pensé que era para mis amigos los atletas o para los americanos frikis que iban buscando aventuras; yo sólo lo usaba para no perder el autobús.
Dos: Mi religión.
Siempre pensé que estaba ahí para los mayores o para los que sufrían mucho; yo sólo la usaba para hacer la comunión, casarme y asistir a alguna celebración que otra.
Hasta que todo cambió. Los caminos de Dios son siempre un misterio.
El, como decía la Madre Teresa “tiene sed de nosotros” y nos busca. A mí me encontró en los libros y en el Monte del Pilar.
Empecé a correr para estar en forma y sin embargo obtuve otros beneficios inesperados que superaban con creces al primero. Trotando aprendí a respirar, a concentrarme, a meditar, a caminar y a soñar. Todo ello paso a paso, lesión a lesión, hasta que un día todo fluyó.
Empecé a rezar por si acaso y descubrí que Dios no sólo estaba en el cielo, sino también aquí abajo con nosotros, en la tierra. Que la diferencia entre la providencia y la casualidad está en la oración; y que a través de la oración se llega a la fe.
“ El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. Y el fruto del servicio es la paz" Madre Teresa de Calcula.
Aproveché entonces el silencio del Monte del Pilar, para unir los dos: 
-el running y la fe.
Así que ahora cuando salgo a correr, hago Walden Running. Salgo a hablar con Dios.
La respiración me lleva a la meditación, a través del control consciente de la inspiración y la expiración. Lo llamamos Active Mental Running.
La armonía y el equilibro me llevan a la paz y a la relajación. Mi movimiento empieza a fluir.
La postura Walden elimina los kilos que cargamos en la espalda. Evita que se pierda la energía atascándose entre los músculos mal alineados y la dirige hacia el core. Los pies, mis sensores de posición, acarician el suelo.
Las visualizaciones son la magia de mi running. Selecciono una imagen especial, la proyecto justo en frente de mis ojos y vuelo como un águila sobre las nubes con la vista siempre fija en el sol. 
En ese momento, mirando al cielo, siento que se abren los ojos de mi alma, me abandono, se vacía mi cuerpo y por fin hay espacio para que entre Jesús en mi corazón.
Es la Meditación Activa o si sumamos el último elemento del Método Walden, la Contemplación Activa
Este es nuestro proyecto Walden, el sol hacia el que volamos mientras corremos. 
El Walden Running un proyecto de Transformación Interior.
Gracias al Padre Borja Coello de Portugal de Schoenstatt por la maravillosa sesión de Meditación Católica que has compartido hoy con nosotros en el Taller .


Pilar Amián
Life Trainer del Proyecto Walden
pamian@metodowalden.com

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La Meditación en Occidente

28/2/2018

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Nos contaba el Padre Borja Coello de Portugal en el taller de WaldenRunning del sábado pasado, a beneficio de la Fundación María Ayuda, que la Meditación hunde sus raíces también en Occidente. Los cristianos de antaño la practicaban a menudo, teniendo bonitos ejemplos en Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. En un momento dado, sin embargo, quedó relegada a los conventos. 

Muchos siglos después, por sus efectos físicos y psicobiológicos, unos científicos americanos la rescataron.
¿Qué es Meditar?
El hecho mecánico de meditar consiste en focalizar el lado izquierdo del cerebro en un objeto concreto de modo que queda libre el lado derecho para actuar sin interferencias.
Este objeto focal pueden ser muchas cosas, por ejemplo: la respiración, la llama de una vela, el “ommmmm” o rezar.
Los neurólogos han relacionado este lado izquierdo con los cálculos matemáticas, la lógica y el lenguaje; adjudicándole, a su vez, los pensamientos sobre el pasado y el futuro. Es el lado racional.
El lado derecho por otro lado, explican que es holístico, creativo, artístico, le interesan las formas, el todo, los sueños y los pensamientos sobre el presente. Es el lado emocional.
Ambos son importantes.
Nuestra cabeza está bombardeada continuamente por pensamientos catastróficos sobre el futuro y por juicios negativos sobre el pasado. Este ruido incesante no nos deja ver el “presente” con claridad, incapacitándonos para encontrar soluciones a los problemas que nos acucian o de admirar la belleza que nos rodea. 
Siguiendo la dicotomía anterior entre lado izquierdo y derecho, llegamos a la conclusión siguiente: Focalizando la mente en la respiración, estos pensamientos sobre el pasado y el futuro se descargan de energía, al ignorarlos, -no es que desaparezcan,- y resucita nuestro potencial resolutivo y creativo. Vemos el presente de una forma nueva.
Me recuerda este hecho, al cuarto de llorar al que mandábamos a mi hermana Carmen Amián, la pequeña, cuando nos fastidiaba con sus rabietas. A los cinco minutos se callaba y salía tranquila desmotivada por la falta de atención.
¿Por qué occidente rescató esta práctica? Beneficios psico-biológicos de Meditar.
Hasta hace muy pocos años se creía que nacíamos con un número determinado de neuronas que se iban muriendo conforme envejecíamos sin posibilidad alguna de regeneración. Este hecho me venía de perlas para advertir a mis hijos de que si fumaban o bebían se quedarían más tontos que sus amigos. Ahora ya no sirve.
Joseph Altman, en los años 60, descubrió la neurogénesis (regeneración de las neuronas cerebrales) en un estudio con mamíferos adultos y nadie le hizo caso. Sugería el norteamericano que las nuevas neuronas desempeñan un papel crucial en los procesos de la memoria y el aprendizaje. Este descubrimiento apoyaba el concepto de plasticidad cerebral. Lo realizó en el Massachussets Institute of Technology hace medio siglo y hasta los años 90 no fue realmente aceptada la veracidad de su teoría, ahora premiada
En la última década, varios científicos, entre ellos el Dr. Richard J. Davidson, neurocientífico y profesor de psicología y psiquiatría en la universidad de Wisconsin–Madison, se interesaron por los beneficios de la meditación en este proceso y demostraron lo siguiente:
a) Refuerza el sistema inmunológico. Aumenta el número de las células NK (natural killers) en el organismo.
b) Disminuye el nivel de tóxicos en la sangre. Control del estrés
c) Potencia la capacidad creativa.
d) Crea nuevas sinápsis o conexiones entre las neuronas: Neurogénesis.
Fue sólo entonces cuando se desvinculó de su contenido espiritual y Occidente decidió adoptar la Meditación, denominando Mindfulness a una de sus prácticas .
La Meditación Católica versus la Meditación Oriental
El objetivo de la meditación Oriental es crecer espiritualmente a través de su práctica. 
Es necesario el aislamiento del ruido y del mundo para lograr el éxito.
Este proceso nos convierte en mejores personas.

El objetivo de la meditación Católica es hablar con Dios, sin ningún objetivo de crecimiento. 
Su planteamiento es que nosotros solos no podemos mejorar porque tenemos demasiados límites, solo la gracia de Dios a la que nos abandonamos nos transforma. 
El pasado no nos preocupa, pertenece a la misericordia divina y el futuro a la providencia. 
Este proceso nos vacía y libera el lastre de nuestras culpas que llevábamos cargando sobre los hombros. 
Debemos confiar ciegamente en que El perdona siempre y dirigirá nuestros pasos.
El abandono elimina los miedos.
La Meditación Oriental no es incompatible con la Católica, es una filosofía de vida.
El mecanismo empleado para meditar es el mismo.
1º. Buscamos un lugar tranquilo y sin mucho ruido. Con el tiempo deberíamos ser capaces de meditar en cualquier sitio. Entramos en el cuarto cerrado de nuestro mundo interior.
2º.- Adoptamos una postura cómoda, pero no demasiado para no dormirnos.
3º.- Empezamos a respirar de forma pausada y consciente.
4º.- Los pensamientos nos asaltaran pero los dejamos ir, lo importante es no detenerse en ellos.
5º.- Las tentaciones nos acosaran. Estas pueden ser: “Qué estoy haciendo aquí? Estoy perdiendo el tiempo, ¿Debo ir a hacer la compra? Estoy incómodo y me pica la cara.
6º.- Previamente a este proceso, seleccionamos una palabra gancho, para combatir las tentaciones. Debe ser cortita para que la podamos coordinar con la respiración. Si está haciendo la Meditación Católica el Padre Borja nos propone las suyas: “Jesús”, “amor”. En hipnosis se llama “anclaje.” En el momento en que observamos que nos hemos perdido decimos “Jesús” y volvemos a la meditación.
7º.- Y por último, introducimos la magia. Escogemos una escena bucólica para fijar nuestro lado izquierdo en ella. Puede ser el sol, o, volviendo a las del padre Borja, Jesús orando en el Monte de los Olivos y nosotros adorándolo.

La Meditación en el Walden Running: #Runfulness
Queremos, con el Proyecto Walden, que nuestro running sea un diez en uno.
Yo no tengo tiempo para Meditar. Me levanto a las 6:00, salgo a correr, vuelvo a casa me cambió, tengo que preparar un desayuno sano cuya elaboración me lleva unos treinta minutos. Previamente me he tomado el agua templada con jengibre y limón. 
A las 8:30 cojo el autobús hacia Madrid para trabajar hasta las 7 de la tarde. Llegó a casa a las 8……Entre huecos voy al super y realizo la lista de encargos pendientes. En fin, en algún lado encajan mis hijos, lecturas, cursos….
Sólo el hecho de escribir esto ya me está estresando.
Si encima tengo que meditar 20 minutos cada día….
Pero quiero meditar, quiero correr, quiero aprender a relajarme, quiero controlar el estrés, quiero reforzar mi sistema inmunológico y hacer mil cosas más.
¿Cómo lo hago?
Corriendo de forma que me aporte todos aquellos beneficios, haciendo Walden Running.
Hace varios años, antes de que surgiera el Proyecto Walden, me leí el libro de Haruki Murakami “De que hablo cuando hablo de correr”. 
Hoja tras hoja avanzada ilusionada con la esperanza de encontrar la respuesta a qué colocar en mi cabeza mientras trotaba. ¿En que ocupaba su mente Haruki, que pensamientos proyectaba? 
Me decepcionó en ese sentido: oía música para distraerse. Terminé el libro sin respuesta.
No obstante me encantó su lectura aportándome otros beneficios que no buscaba.
El truco, descubrí un año después, estaba en Meditar: focalizar la mente mientras corremos.
La fijamos en un objeto, en este caso: la respiración. 
Los pensamientos sobre el pasado y el futuro se descargan de “energía”, y resucita nuestro potencial resolutivo y creativo. Vemos el presente de una forma nueva.
El proceso es el mismo de la Meditación con unas ligeras variables:
- Buscamos un lugar tranquilo: el silencio del runner.
- Nos colocamos en una postura relajada: la Postura Walden.
- Respiramos de forma pausada y consciente: Active Mental Running.
- Las tentaciones nos acosaran. Son los “Isis” que se van descargando de energía con el movimiento. 
- Elegimos una frase clave: Un mantra que acompasamos con la misma cadencia que nuestra respiración.
- E introducimos la magia, seleccionamos una imagen para fijar nuestro lado izquierdo en ella. Es muy personal, en mi caso, como ya he escrito muchas veces, corro imaginando que soy un águila volando sobre las nubes con la vista mirando al sol (o a Dios)
El Running aporta otro beneficio neuronal diferente a la Meditación: se crean nuevas neuronas en el hipocampo, que es el centro del cerebro donde se encuentra la memoria, la capacidad de aprendizaje y de experimentar felicidad.
​
El Walden Running suma ambos, los de la Meditación y los del Running
Copio esta cita de un Artículo: The New York Times que publiqué en mi blog, “Meditation Plus Running by 
Gretchen Reynolds (nyt):

“Meditating before running could change the brain in ways that are more beneficial for mental health than practicing either of those activities alone...

​...As many people know from experience, depression is characterized in part by an inability to stop dwelling on gloomy thoughts and unhappy memories from the past. Researchers suspect that this thinking pattern, known as rumination, may involve two areas of the brain in particular: the prefrontal cortex, a part of the brain that helps to control attention and focus, and the hippocampus, which is critical for learning and memory. In some studies, people with severe depression have been found to have a smaller hippocampus than people who are not depressed.
Interestingly, meditation and exercise affect those same portions of the brain, although in varying ways. In brain-scan studies, people who are long-term meditators, for instance, generally display different patterns of brain-cell communication in their prefrontal cortex during cognitive tests than people who don’t meditate. Those differences are believed to indicate that the meditators possess a more honed ability to focus and concentrate.”

​

En resumen, si sumamos la Meditación al Running, Walden Running, obtenemos el diez en uno.
Puedo meditar, correr, relajarme, controlar el estrés, reforzar mi sistema inmunológico e incluso, para aquellos creyentes como yo, encontrarme con Dios empleando tan sólo mi momento de silencio en el Monte del Pilar de mi Majadahonda querida.
​
Pilar Amián
Fundadora del Proyecto Walden
pamian@metodowalden.com
www.metodowalden.com
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Siento, luego Pienso, luego Existo

9/2/2018

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Cuando mis niños eran pequeños, podían estar muriéndose de frío mientras jugaban en la calle o incluso tiritando dentro del agua del mar, que ni por asomo interrumpirían su actividad para hacer caso a sus sentidos. Las mamás madres estamos para eso, porque el cerebro de nuestros hijos todavía no ha almacenado la información de: “si no te abrigas, enfermas y estarás mucho peor”.  Siguen jugando ajenos a las señales de alarma de sus sensores.

Ellos no saben interpretar sus sensaciones, somos nosotras las que con sólo mirarles a los ojos sabemos lo que está pasando por su cuerpo y actuamos en consecuencia. Si están tristes les abrazamos, si lloran interpretamos entendemos quesi es por hambre o por sueño.  Yo me acostumbré a dormir con la puerta de mi dormitorio abierta sólo para escuchar el sonido de la respiración de mi hijo César y así poder detectar por su cadencia  un posible ataque de asma antes de que éste se desencadenara. Veintidós años después, aunque ya no queda nadie en casa, todavía no puedo cerrarla.
    
Lo curioso de todo esto es que aprendemos a detectar el más mínimo aviso de que algo va mal en nuestros hijos y sin embargo nuestras propias señales las ignoramos.

Confiamos en la tecnología y en los médicos para ese trabajo y nos colocamos unos tapones. Ellos funcionan muy bien basándose en teorías generales, luego jamás serán como una madre que nos observa atentamente día y noche y sabe exactamente cómo respiramos.
    
Nos hemos hecho tan insensibles que vivimos sordos a lo que nuestro cuerpo nos comunica, como si fuéramos niños pequeños. Tiramos hacia delante llueve llueva o truene y sin embargo nos sorprendemos de que nuestro cuerpo se rompa.
Si escucháramos su mensaje diría:

  • “ Te avisé mil veces, te dije que me estaba sentando mal esto, que no podía más, que pararás y tú dale que dale ni caso, seguías trabajando, protestando, durmiendo mal, quedándote despierto hasta las mil, haciendo más de lo que podías…. Entonces decidí  gritar para que pararás y en vez de eso me tapas la boca con un analgésico; aun así logré sobreponerme y conseguí anular su efecto, grité más fuerte y me das doble ración de calmantes. Lo siento ya me he cansado dejaré que salga el sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera, si mutan las células, se mueren o se inflaman yo no soy culpable”.

Ya no somos capaces de oír este mensaje. No detectamos un ataque de ansiedad hasta que no estamos a punto de ahogarnos, ni una situación de estrés hasta que  se hace crónica. Incluso las lesiones en el deporte hablan antes de producirse, salvo en el caso de accidentes. Hemos desconectado el circuito neuronal que recibe las señales y las envía al cerebro.
Debemos volver a Sentir.

El Proyecto Walden  es un “Life Training” de Transformación interior.
Nuestro primer target es enseñaros a sentir.
Usamos Walden como un centro de activación de los mensajes del cuerpo.
Quitamos las telarañas de nuestros sensores cerebrales y pasamos la mopa por los cristales de nuestra retina interna. Tratamos de recuperar su Sexto Sentido.
¿Cómo lo hacemos?

  1. Realizamos un escáner corporal a través de la Meditación:  obligando a nuestros Walden Runners a escucharse. Empezamos por la localización de los músculos del cuerpo. Hemos olvidado en qué lado de nuestra casa duerme cada uno de ellos. Esto no es grave mientras duermen porque el sonido de la salud es el silencio. No obstante, por si algún día tienen un sueño inquieto, debemos aprender a distinguir su suave nota musical (como hacía yo con la respiración de mi hijo César) antes de que se transforme en un sonido desafinado precursor de una lesión física o psicológica.
  2. Perseguimos la armonía interior: cerramos los ojos, reconocemos el cuerpo y cosemos desde dentro el movimiento de nuestros músculos con la respiración. Queremos  acunar el descanso de nuestro cuerpo,  de modo que nuestro movimiento sea relajado, esto es, que no se transforme en un brusco empujón que les tire de la cama sino en un suave balanceo que les perpetúe en los brazos de Morfeo, en paz.  El Qi Gong nos sirve de herramienta para armonizar en nuestro movimientos  el sentimiento, el pensamiento y la acción.
  3. Corremos en la baldosa:  pasamos al movimiento sin distracción. Cerramos los ojos y corremos sin avanzar,  lo llamamos: correr en la baldosa.  El objetivo es aprender a escuchar a nuestros hijos, - los músculos o los sentimientos- , aunque estemos  trajinando por la casa, esto es mientras trotamos.

Active mental Running.
Ahora sí, ya estamos preparados para el Walden Running.

No son nuestros ojos los que nos colocan el cuerpo ni nuestra voluntad, sino nuestras sensaciones.

Ya podemos usar nuestro running como medio de Transformación Interior.

Debéis aprovechar el Walden Running para averiguar qué está ocurriendo dentro.
Dejad que hablen vuestras células, preguntarles:
- ¿Estoy triste, me siento cansada, tengo un nudo en la garganta, presión en el corazón o tengo como una bola de fuego en el estómago?
Repasad vuestros músculos uno a uno mientras trotáis, sentir vuestra postura, llevar el oxígeno al abdomen y dejar que cada sensación salga a flote en vuestra consciencia . Entonces descubriréis , si habéis pasado una semana con ansiedad y el motivo; si os habéis enfadado con un hijo porque hizo algo mal o porque necesitabais comeros a alguien ese día.

Ahora, que ya habéis aprendido a sentir, recordad que ya no tenemos una madre que nos proteja, tendréis que decidir qué hacer con esa información:  
  1. Seguir adelante en el túnel negro haciendo lo mismo;  o
  2. Volver a casa, poneros un jersey o salir del agua fría.

Nuestros chicos  han optado por salir del túnel.
​
El movimiento nos da el valor , la energía y la resolución necesaria para mejorar nuestra vida.
Ven a Walden.

Pilar Amián
Fundadora del Método Walden
www.metodowalden.com
pamian@metodowalden.com


PD.- Próximo Taller a beneficio de la  Fundación "María Ayuda" para Madres solteras
24 de Febrero
Contenido:
Iniciación al método Walden
Invitado Especial:
Padre Borja Coello de Portugal (Schoenstatt)
Nos guiará por una sesión de meditación característica de la tradición católica occidental nacida en los monasterios.
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Entrenando las emociones

2/2/2018

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Yo tengo un angelito.
Muchas noches, sobre las 10:30, me duermo cansada y estresada sintiendo mi corazón agitado. Sobre las 12 o a la 1 llega mi angelito, me despierta y se mete en mi cama siempre con su dulce sonrisa. Entonces sé que dormiré envuelta en una nube de paz.
Unas veces me dice: “Mamá hoy he sido más feliz!!!, hemos ido a un albergue a visitar a los sin techo y había un chico negro triste apartado del mundo, y me ha dejado acercarme a él, me ha contado que asesinaron a sus padres y hermanos y que está muy solo y a veces piensa en suicidarse, le he cogido la mano…..”  otras :“¿mamá porque Dios me regala tantas experiencias bonitas?”
Entre sueños pienso: - “¿y nosotros solo medimos la vida por aquello a lo que tenemos derecho o nos merecemos?”.

Las ondas.
Los móviles, los satélites, la radio, las antenas parabólicas y miles de dispositivos de nuestra era emiten ondas que no podemos ver. Dicen que dichas ondas perjudican a nuestra salud e incluso algunos insisten en que provocan cáncer. Puede que sea cierto y que esa sea la causa del aumento de cánceres en nuestro siglo.
No lo podemos controlar.

Nosotros también emitimos ondas, es decir, desprendemos energía que invade el espacio vital de aquellos que nos rodean.
Os voy a poner un ejemplo.
  • ¿Cuántas veces habéis estado cerca de alguien negativo, protestón, con mal genio y volvéis a casa de mal humor sin saber por qué? Sus ondas atravesaron vuestra piel, contactaron vuestras glándulas suprarrenales y provocaron una cascada de hormonas, entre ellas el cortisol, que os sumergieron en este estado.
  • ¿Cuántas veces habéis quedado con vuestros amigos y compartido anécdotas divertidas o habéis estado escuchando hablar a alguien cargado de paz y sinceridad y habéis vuelto a casa relajados y con una sonrisa en la cara?
Esa es la energía que desprendemos las personas; esta es mucho más nociva, lesiva y desencadenadora de enfermedades crónicas o mortales que las de los dispositivos de nuestra era.
Esta energía sí la podemos controlar.
Os voy a poner otro ejemplo.
Se hizo un estudio en Estados Unidos con dos gemelos monocigóticos, esto es, los que se originan de un mismo óvulo y espermatozoide.
Uno de ellos se retiró del mundanal ruido y se fue a vivir a una casa fuera de las radiaciones. Comía de forma saludable, sin excesos, alimentos naturales y nada de  alcohol y tabaco. El otro siguió viviendo en la gran ciudad y llevó una vida lamentable en cuanto a nuestros conceptos de salud, es decir, copas, fiestas, tabaco etc. Todo aquello que puede resultar nocivo.

Resultado: el de la granja ecológica se murió a los 40 años de un cáncer y su gemelo sigue vivito y coleando.
¿Cómo justifican esto los investigadores que realizaron el estudio?
Porque el gemelo que llevaba una vida supuestamente sana compartía su hogar con su suegro, con el que se llevaba a muerte. Esto le hacía vivir en un estado de ansiedad continua, su cuerpo estaba regado a diario por una corriente de cortisol que actuó dentro de su cuerpo como un ácido corrosivo. Sin embargo el otro gemelo era feliz, disfrutaba de su mujer, de su trabajo y de sus amigos. Su cuerpo pudo eliminar los tóxicos que su estilo de vida le proporcionaba gracias a este estado de ánimo.

Conclusión: es más grave el daño que causa en nuestro cuerpo el estrés o la ansiedad que el que pueda producir la mala nutrición o incluso la contaminación.

Nuestro Proyecto Walden entrena primero el alma y luego se ocupa del cuerpo.

¿Cómo hacemos esto?
Enseñando a recuperar el sexto sentido: la cuarta disciplina del método Walden
Sentir y reconocer vuestro cuerpo por dentro: tanto a nivel muscular como hormonal.

El objetivo es que podáis prevenir lesiones físicas y emocionales. Si aprendéis a detectar tanto una mala postura al correr como una avalancha hormonal, podréis corregirlos antes de que el daño sea irreversible.

La armonía y el equilibrio a través de la propiocepción y del Qi Gong nos sirven de herramientas para ello.
Educamos a nuestros Walden runners en el descubrimiento de este sentido. Les forzamos a entrar en contacto con todo aquello que sucede dentro de su cuerpo.
Vendamos sus ojos para que puedan sentir los músculos, sus nudos o tensiones, identificar su postura e incluso escuchar el latido de su corazón. Todo lo que se está cociendo en su interior debe salir a la luz.
Primero les hacemos correr en “la baldosa”, sin avanzar, de modo que sepan localizar su core y colocar la pelvis. Luego volvemos a la respiración en dos fases, entrando en el estado de relajación necesario para abstraernos del mundo exterior. Finalmente observamos el flujo hormonal que satura nuestra sangre.

¿Cómo vamos a prevenir ningún mal si ni siquiera somos conscientes de que nos está amenazando?

Usemos el running para ello, busquemos ese nivel de consciencia que nos permita protegernos.
Una vez detectado el peligro, eliminarlo es mucho más fácil.

Gracias al Walden running he aprendido a ser más benevolente con mis excesos y más exigente con mi entorno. Me cuido pero también me perdono. Me trato con cariño como si fuera mi mejor amiga y a su vez me animo a seguir caminando. Si tropiezo, no me importa, me levanto consciente de que me volveré a caer una y mil veces, lo importante es sólo seguir avanzando.
En cuanto a mi entorno, he asumido que no lo voy a cambiar, está fuera de mi alcance, tendré que vivir con las parabólicas y con los satélites.
No obstante lo que sí puedo elegir son las personas que me rodean, aquellas que proyectan su energía sobre mi.
Me pegaré a los que sonríen por dentro y por fuera; me alejaré de aquellos que rezuman mal humor.

Poneros las zapatillas, colocar vuestro cuerpo, agarrad el aire con vuestras manos y dejaros llevar.
Entornad los ojos, levantar la barbilla, respirar en dos fases y dejar que vuestro corazón libere su sonrisa.

Yo tengo tres angelitos, uno en casa, mi hija Carmen, otro en el cielo, mi sobrino José Amián y el tercero, en mi Monte del Pilar, el Walden Running.

Todos tenemos alguno, cerrad los ojos y buscadlo.
Mientras tanto, os prestamos el nuestro, el Walden Running.
Venid, cerrad los ojos y salid a correr con nosotros.

Próximo Taller:
Taller Benéfico el día 24 de Febrero.
En esta ocasión contaremos con un invitado muy especial,
el padre Borja Coello de Portugal,
quien ocupará del segundo escalón del Walden Running:
​la Meditación.

Tendremos una sesión de Meditación Católica.
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    Autora

    Pilar Amian
    (Fundadora del Método Walden)

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